Vendedores de pulseras




Ruben trae papel, madera, fósforos, ya es temprano
Miguel agrega imanes de heladera, un frasco, mermelada, ya es temprano
Ana esta obsesionada con un árbol,
quiere entender ese árbol
no puede entender ese árbol
o mejor:


estamos de viaje.
El renault 12 remonta una ruta poceada entonces:
cuatro personas en movimiento
mini break, discutimos ventajas y desventajas de vivir solos
o fuera de la ciudad
en un camping
Rubén trae papel para encender un fuego,
ni un peso, envases de porrón, pedimos guita prestada, poca
o mejor:


somos vendedores de pulseras
ambulantes, errantes, vagamos,
Ana trae tanza, piedras, colores, pinzas de punta
Y alambre,
toneladas de alambre.
Lo curva Miguel mientras explica:
- los imanes de heladera pueden ser,
sutilmente transformados en móviles colgantes que apunten al norte
ofrece a su vez Ana hierbas que bailan
en enormes tazas de té
calientes por el agua caliente de Rubén y el fuego
es temprano
o mejor:


ya es tarde pero hay un soplar del llano
volamos al norte en un renault 12 estropeado
por viajes sin título, Miguel
ya no va de novio y vive sólo
mini break hablamos de nuevas técnicas de comercialización
realmente queremos vender pulseras
Ana ya no,
ella  entiende ahora árboles desde hamacas paraguayas
(disfruta ese suave vaivén)
de las hierbas que se hidratan y son su reflejo inverso
hoy contempla en silencio

aquel lento bailar del fuego

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Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds